Como su nombre lo indica, el sistema de refrigeración de un auto es un «conjunto de cosas» que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen mantener el motor dentro del rango de temperatura requerida para su correcto funcionamiento.
Estas ‘cosas’ son, entre otras, el radiador, la bomba de agua, el ventilador, el frasco de recuperación, las mangueras y las juntas. La función que cumple este sistema es de vital importancia para el buen funcionamiento del motor de su auto.
La importancia del sistema de refrigeración puede explicarse con las tres funciones que cumple: calentar rápidamente el motor cuando está frío; dispersar el exceso de calor y; mantener una temperatura apropiada para un funcionamiento correcto.
El líquido refrigerante no solo enfría el mecanismo sino que también lubrica las partes del propio sistema y las mantiene libres de óxido.
¿Cómo evitar que falle el sistema de refrigeración de tu auto?
Es de gran importancia tener en cuenta que el sistema de refrigeración puede fallar en cualquier momento, sin previo aviso, especialmente en autos con un importante kilometraje. Alguna de las múltiples piezas que lo componen puede ceder, elevando bruscamente y en cuestión de segundos la temperatura del motor. El testigo de temperatura que hay en el tablero es un indicador clave para percatarnos de ese engorroso problema.
¿Cuál es la función de la manguera de refrigeración?
El sistema de refrigeración está provisto de mangueras de caucho que resisten altas temperaturas y alta presión. La manguera de la parte superior es por donde transita el agua caliente y la ubicada en la parte inferior es por donde circula el agua fría.
¿Cuándo cambiar una manguera de refrigeración?
Las mangueras del radiador están sometidas a temperaturas muy altas, tanto del refrigerante que fluye a través de ellas como del motor. También están sujetos a una presión muy alta. Si bien están hechos para ser muy duraderos, eventualmente fallarán. Esto es normal y se consideran elementos de mantenimiento regulares. De hecho, es muy recomendable que inspeccione las mangueras del radiador en cada cambio de aceite para asegurarse de poder reemplazarlas antes de que fallen. Si una manguera falla mientras conduce, podría ser muy dañino para el motor (la pérdida de refrigerante podría recalentar el motor fácilmente).
No existe una verdadera vida útil ajustada para una manguera de radiador. Deben durar al menos cinco años, pero algunos durarán más, especialmente si está a la expectativa de que le cambien el refrigerante y que su vehículo se mantenga correctamente.
Dada la importancia de tener buenas mangueras del radiador, tiene sentido conocer algunas señales que podrían indicar que una de ellas está a punto de fallar. Éstas incluyen:
- Grietas o fracturas en la manguera
- Bultos en la manguera
- Una sensación «crujiente» al apretar una manguera (no lo verifique mientras está caliente)
- Extremos protuberantes o dañados (donde la manguera se conecta al radiador)
- Fugas de refrigerante
Si sospecha que una de las mangueras del radiador está a punto de fallar, no espere. Un mecánico certificado puede inspeccionar el radiador, las mangueras del radiador y otros componentes del sistema de refrigeración y hacer las reparaciones necesarias.
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